Lo del Aforamiento no cuela

Chaves

Escucho y vuelvo a escuchar una y otra vez la palabra aforado. Hoy mismo Chaves se hace esta pregunta, supongo que dirigida a la Juez Alaya ¿Ante quien declaro si soy aforado?

La condición de aforado es el derecho que tienen ciertos cargos públicos, que no todos, a ser juzgados por un tribunal diferente, casi siempre superior y por lo tanto es una excepción a la igualdad ante la ley de todos los españoles establecida en La Constitución. En ese derecho de aforamiento se encuentran la inviolabilidad, que significa que no pueden ser acusados por las opiniones públicas emitidas en su función como parlamentarios, y también, la inmunidad, es decir, que no pueden ser detenidos salvo que sean pillados en flagrante delito. Por supuesto todo esto tiene una razón de ser, y se pensó en definitiva, para garantizar un buen funcionamiento democrático, para que entre otras cosas la libertad de expresión se garantice a los parlamentarios, y además para que con denuncias arbitrarias continuas no se interrumpa el trabajo parlamentario de los diputados, senadores y demás cargos con derecho de aforamiento.

Lo que nos está pasando inadvertido es que estamos hablando de un derecho, y como todo derecho es renunciable, así que la solución ética desde luego para todo este tema que anuncia Chaves y otros que están inmersos en procesos judiciales, es tan sencilla, como renunciar voluntariamente a ese aforamiento, ya que este procedimiento de protección no impide que se juzgue o que se impute al diputado o al senador en cuestión, sino simplemente que sea juzgado en otro estamento superior, y si se supone que el poder judicial es independiente del poder legislativo y del poder ejecutivo, es decir que la Justicia es una institución independiente, qué más dará cual sea el juez que lleve el proceso, en que tribunal este, o de qué color lleve la camisa…

El victimismo manifestado por Chaves con esas declaraciones con tinte dramático que nos regala esta mañana en todos los diarios tiene una muy fácil solución, tan sencilla como desaforarse y comparecer ante la Juez Alaya, haciendo una declaración en la que quede claro que él no tuvo nada que ver en el asunto de los EREs de Andalucía, bueno, él y todos los demás afectos por eso del aforamiento, en este proceso. Así que menos lloriquear y más dar la cara, porque cuando uno no tiene nada que esconder, nada que ocultar, y está convencido de su inocencia ante cualquier acción delictiva que se le impute, no debería temer nada, ni esconderse detrás de artificios legales, que solo nos llevan a pensar a los ciudadanos que los que gestionan y administran el Estado, están haciendo lo que no deben, y trabajando al margen del la ley, aprovechando cualquier resquicio legal para seguir con sus aviesas intenciones.

Cuando un derecho deja de ser derecho y se convierte en un privilegio entramos en el peligrosísimo terreno de las castas, y esa no es la sociedad que demandamos y que defendemos los ciudadanos de este país. Cuidado, amigos, porque estáis quebrando eso que en muchas ocasiones os llena la boca, los principios democráticos y como decía un viejo anuncio: “tacita a tacita, clin”, claro que en este caso va a ser crash¡¡¡

Son las once y media de la mañana. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 26 grados. Lo del aforamiento tampoco cuela, y esto va para todos¡¡

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