Detrás del Chiki Chiki

Fijaros como está el patio, y luego dicen que los sindicatos en RTVE estamos todo el día “dando la vara”… como para no darla.  

Y es que estoy hablando del “montajito” de Eurovisión… si he escrito “montajito”… ¿o tal vez debería haber escrito M O N T A J E con letras bien grandes? porque una ya no sabe si trabaja para RTVE o lo está haciendo para LA SECTA  – la c no es un error tipográfico- o para Mediapro, o para vete tu a saber… 

Personalmente tanto me da, que me da lo mismo que un humorista – y aunque no sea lo más adecuado- vaya a representar a España en el concurso eurovisivo, pero lo que ya no me está dando tanto lo mismo es que el grupo y la cancioncilla provengan de una cadena privada de la competencia, y de una productora, El Terrat,  de  la que el actual Director de TVE, Javier Pons fue director,   y solo dejo de hacerlo para ocupar su cargo en RTVE. El hecho en si no solo es sospechoso, que ya es mucho, sino que además es preocupante, aunque no es un hecho aislado en la RTVE, donde a pesar de que Luis Fernandez el actual Presidente de la Corporación habla y habla sobre el gran despliegue de producción propia que hay en la cadena, lo cierto es que si uno echa un vistazo a las parrillas de programación de TVE y RNE, lo que ve y lo que escucha no es precisamente “de la casa”,  salvo el  “relleno”, o por ejemplo basta ver la publicidad en vallas móviles sobre Radio Nacional de España, en las que bajo un slogan que dice algo así como “aquí estamos todos” aparecen las imágenes de Lucas, Toni Garrido, Pepa Fernández, los tres personas ajenas a la radio publica, con contratos millonarios a los que por supuesto no pueden aspirar ninguno de los profesionales de “la casa”. Así que desde luego es una osadía mas, a las que últimamente nos vamos acostumbrando, el poner un “leitmotiv” como ese de que “estamos todos”, porque obviamente no estamos todos, es más no estamos ninguno, y creo que tal y como van las cosas no vamos a estar, pues tanto la radio como la televisión publica se han convertido en  una “tarta” donde en función de las relaciones de poder existentes, se  la reparten entre unos y otros, dejando fuera por supuesto a los que trabajan allí dentro desde hace tiempo, y gracias a los que es posible que esas “estrellas”, que por cierto no brillan lo que deberían pues no solo no suben la audiencia, sino que la bajan, puedan salir todos los días al aire.  

Claro que luego esa nube de directivos que ha recalado por Prado del Rey y por el Piruli se cubren bien las espaldas con sueldos fabulosos, y bonus, si como lo leen bonus, que este año ha repartido bonus entre los directivos, como si en vez de estar trabajando con dinero publico lo estuvieran haciendo con el suyo, y luego  a los trabajadores y después de mucho esfuerzo nos prometen como “gran ventaja” subirnos el salario un 3,3 por ciento, mas de un punto por debajo del coste de la vida, claro que a ellos eso no les afecta porque sus nominas son de cinco dígitos, mientras que las de los trabajadores son de cuatro, y generalmente empiezan por uno, las que empiezan que no son todas.  No hay ni carpetas, ni papel, ni ropa para los reporteros, los servicios están saturados por falta de personal, en las emisoras territoriales ya no se cubre ni el 50 por ciento de la noticia por falta de gente, no hay realizadores apenas en radio, y son los técnicos los que cubren los servicios o los redactores los que realizan o producen, porque ahora como dice el Jefe de Programas de RNE hay que hacer de todo, pero eso si de pagar nada, y las vulneraciones del Convenio y del Estatuto de los Trabajadores, se producen casi a diario.  Ya ven como están las cosas y a donde estamos llegando. Mientras se lanzan cortinas de humo de colores con asuntos como la canción del Chiki Chiki,  y se hace  a bombo y platillo como si fuera un  “gran hallazgo” para diluir y difuminar todo lo que está pasando allí dentro.Para mi, como para muchos que estamos viviendo esa realidad día a día es muy duro, porque nosotros los que trabajamos y creemos en la televisión y en la radio publica ha sido siempre un honor y una responsabilidad trasmitir la noticia, y siempre hemos creído que la información debe fluir libremente hacia la ciudadanía y viceversa, pero parece ser que de un tiempo a esta parte, la información ya no es un derecho fundamental y constitucional de los ciudadanos, ahora es solo  un negocio, y los Consejos de Administración no conocen de libertad ni de democracia, y desgraciadamente en la Corporación RTVE, ahora tenemos uno.  

La radio  y la televisión publica – que no estatal- esta siendo seriamente dañada, y si siguen las cosas por estos derroteros perderemos uno de los  cauces, junto con la red,  que a día de hoy en este país garantizan la plena libertad de información, ya que desgraciadamente el resto de los medios convencionales están sirviendo a intereses políticos partidistas o económicos, o lo que es lo mismo al poder y al dinero. Por eso escribo en Internet, en este modesto blog, que como el de muchos compañeros de la red, es el único medio en el que aun – no se por cuanto tiempo- uno puede expresarse con plena libertad, escribiendo lo que piensa y emitiendo opinión, y por eso estoy en la radio pública, porque a pesar de lo que esta sucediendo, sigo creyendo firmemente en que cualquier país democrático que se precie debe mantener y fomentar un medio publico, al margen de los intereses, como escribía antes, del poder y del dinero. Tal vez sea una utopía, pero algunos seguimos en la pelea, y desde luego no vamos a dejarlo. El miedo es una angustia innecesaria, sobre todo cuando ya poco más nos pueden quitar, además contaros todo esto forma parte de mi trabajo, ya sabeís, y sino os lo cuento, que Presido el Comité de Empresa de RNE en Madrid.

Son las doce de la noche. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 4 grados. Como dijo Martin Medem hace unos meses en un diario de tirada nacional: «Si lo que esta sucediendo en RTVE ahora mismo hubiera pasado con el PP en el poder, Prado del Rey estaría ardiendo».

 «Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía.» José Martí.