LA MODERACION ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO #Elecciones4M #KitDeCampaña

Impresiona escuchar expresiones como esta: Votamos por la democracia. Si, impresiona, que con lo que costo estabilizar el barco de la convivencia en este país, haya voces desde el socialismo que empañen la realidad, haciéndonos creer, que cualquier opción de voto que no sea la suya, va atentar contra el sistema que nos sustenta.

Impresiona también escuchar a la derecha implicar a la libertad en estas elecciones, como si votar cualquier otra cosa que no sea a ellos implicaría una pérdida o merma de libertades.

Que los minoritarios se radicalicen está siempre dentro de sus estrategias, al fin y al cabo no tienen otro discurso que convertir el patio electoral en un fangal, donde la frase a “rio revuelto ganancia de pescadores”, les ayude a arañar algún voto. Los radicales, tanto en la izquierda como en la derecha, suelen ser partidos simplistas, que desdeñan, desde luego porque les conviene, la realidad compleja en la que se basa nuestras vidas y desde luego el sistema democrático. Eso ya lo sabemos desde hace tiempo, pero la sorpresa, desagradable donde las haya, es que la derecha y la izquierda moderada entren en este juego.

Asisto con estupefacción a las declaraciones de candidatos del Partido Popular y del PSOE, que despreciando el talante y la moderación que hace unos años imperaba, están entrando en esta campaña en extremismos, exabruptos, descalificaciones brutales, populismos baratos o agresiones verbales, que rayan la violencia psicológica, siguiéndole el juego a los radicales encarnados en partidos como Unidas Podemos o VOX.

Es alucinante ver a personas como Gabilondo o Marlaska, desgañitarse a voces señalando a los votantes de la derecha como fascistas, generalizando sin distinguir, – así lo hizo ayer Gabilondo en un mitin –  y el propio Marlaska apuntado al Partido Popular como organización criminal, o a la Sra Ayuso, apropiándose de la patente de libertad y dejando fuera de esta a todo lo que no esté en su partido.

Flaco favor hacen a la democracia, alineándose con tendencias radicales, encarnadas por VOX o Podemos. Ya sabemos que existen, y que desgraciadamente tienen sus votantes, y que precisamente, porque vivimos en una democracia avanzada, tenemos que tolerarlos y soportarlos, pero desde luego nunca alentarnos.

La democracia permite, porque esa es su esencia, el pacto con cualquier partido que este dentro del arco parlamentario, pero pactar no es contaminarse, pactar no es asimilarse o mimetizarse con ellos, pactar no es someterse a un chantaje, donde todo vale, pactar no es denaturalizarse para convertirse en el otro, más aún cuando el otro, en este caso, deja mucho que desear, y no representa el talante de la mayoría de los españoles.

Queda una semana por delante para los comicios del 4 de Mayo en la Comunidad de Madrid, y aún hay tiempo de situarse en la razón, la cordura y la moderación, que es lo que reclaman la mayor parte de los madrileños, que por cierto, al igual que el resto de los españoles hemos sufrido muchísimo, y seguimos sufriendo por esta pandemia y por esta crisis que está empañando nuestras vidas, y tal vez, los partidos no radicales, que siempre han estado al frente de este país, y de, también, comunidades autónomas y ayuntamientos, deberían parar motores y pensar si lo que están haciendo es lo correcto, o por el contrario están jugando el juego peligrosísimo de seguir a aquellos como VOX o PODEMOS, que fomentan el odio, abominan contra el sistema y ven a los ciudadanos y ciudadanas como seres manipulables para conseguir sus fines, que por lo que hemos visto a través de sus trayectorias, son espurios, interesados y muy, pero que muy alejados del bien común y el servicio público.

Si, tal vez la democracia esté en peligro, esta vez, pero no por los argumentos que estamos escuchando, sino por esta actitud de los moderados de abandonar su talante, y entregarse en brazos de radicales, odiadores, resentidos y revanchistas. Conviene ya una reflexión urgente y apenas si hay ya tiempo. No lo olviden la moderación es un arma cargada de futuro.

Son las once menos cuarto de la mañana. Lluve mucho en Pozuelo, pues en Abril estamos y la temperatura actual es de 16 grados. La moderación es un arma cargada de futuro

Un pacto es un pacto. Si no hay mesa no hay legislatura #Rufian

Ya lo dijo Rufián en la sesión de investidura: si no hay mesa no hay legislatura. Un vaso es un vaso, una taza es una taza y un pacto es un pacto. Así que el gobierno de Sánchez ayer a la tarde rectifico “again” para contarnos que sí, que, por fin, si, habría mesa de dialogo antes de las elecciones no convocadas, pero si anunciadas por Torra, que tampoco tienen fecha, rectificando el comunicado de Moncloa en la mañana, en el que manifestaban desde “la carretera de la Coruña” que no habría mesa de dialogo con el gobierno de Cataluña.  Todo muy normal, si muy normal dentro de la categoría de normalización errática, un concepto en el que debemos empezar a trabajar, investigar y documentarnos, si queremos seguir de cerca esta legislatura.

Rufián estuvo en modo suave, incluso disculpando la desconvocatoria de la mesa, atribuyendo esta decisión a falta de información por parte del ejecutivo. Magnánimo Rufián, que bien sabe que aunque no maneje los tiempos – les recuerdo que la mesa aún no ha sido convocada, a pesar de haberse dado un plazo de 15 días de la formación de gobierno- sí que maneja las decisiones, y para Rufián dejar pasar la posibilidad de escenificar una negociación bilateral entre el gobierno de España y el gobierno de Cataluña, como si fueran iguales, es una oportunidad de oro, más en cuanto, ese tanto se lo apuntan para usar como gran baza y logro de ERC de cara a las próximas elecciones catalanas, que parece – esa es otra- serán pronto.

Lo que se consiga en esa Mesa de Dialogo es irrelevante. Sánchez dirá que las exigencias de los indepes no pueden ser atendidas sin vulnerar la Constitución, y los indepes, escandalizadísimos y ultrajadísimos, nos informaran que el gobierno de España, como siempre habla y no escucha. Irrelevante, insisto, porque el objetivo que Rufián dejo atado y bien atado a cambio de la abstención de ERC para la investidura era la puesta en escena, y en la agenda política de España de una negociación entre iguales. Eso ya es mucho.

Rufián le ha ganado a Sánchez por la mano en esta negociación, pues si bien la figura de los indepes sale muy bien parada para su electorado con esta mesa, la del presidente de gobierno, no tanto. Admitir que puede haber bilateralidad entre el gobierno de España y la Generalitat es una cesión que le pasará factura en las urnas, más en cuanto, y si no llega a tiempo la sentencia firme de inhabilitación de Torra, o si éste hace oídos sordos a esta sentencia, el presidente por accidente de la Generalitat ocupará un puesto relevante en la mesa, bueno de hecho será el igual, el primus inter pares de Sánchez, algo que en si deteriora la imagen de cualquiera que se acerque al personaje, con las consecuencias también de verse salpicado por lo que cuente el personaje después de la primera reunión de la mesa. Mal negocio para Sánchez, que a pesar de, que ayer vieron una ventana para, como en novia a la fuga, huir de esa boda con Torra, ahí estaba Rufián en modo padre de la novia para impedir la evasión.

Así que a Pedro Sánchez le toca Velis Nolis y ya puede ir pensando en un poco de azúcar porque esta píldora se la traga, y la de dormir también, que con los Indepes y Pablo Iglesias “en casa” difícilmente va a poder conciliar ese sueño, ese que tanto ansiaba cuando convocó elecciones.

Son las once y media de la mañana. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 10 grados. Un pacto es un pacto. Si no hay mesa no hay legislatura

 

Por favor, saquen sus manos del feminismo

Tener más mujeres en las listas electorales, y todas juntas en la cabecera, como ha hecho Manuela Carmena, con su candidatura a la alcaldía de Madrid, no me motiva, ni me reporta nada como mujer. Como escribía esta mañana en twitter Ángeles Álvarez, el sistema «cremallera» es una conquista que asegura la IGUALDAD total en las listas electorales. Es el sistema más eficiente. Saltársela en cualquier sentido no es progresista y la excepción, a la larga, termina por volverse en contra de las mujeres. Los políticos actuales no son, ahora mismo, el reflejo de la sociedad española prácticamente en nada, y desde luego en igualdad menos, pues no hay nada más demagogo que abrazar el feminismo de una manera intermitente, según vaya conviniendo. Las listas cremallera existen para evitar la discriminación de la mujer en la representación política, pero si también nos vamos a saltar esa norma, no nos extrañe que mañana un partido elija a 3 hombres para encabezar su lista y se quede tan ancho. Al tiempo.

Me temo que, en estas elecciones, o mejor dicho en este manojo de elecciones, porque son varias, las mujeres, vamos a ser el campo de batalla de los políticos, y desde luego no estoy dispuesta. Les rogaría, encarecidamente a todos los políticos que saquen, de una buena vez, sus manos del feminismo. No sé si es pedir mucho, que nos dejen en paz durante la campaña electoral, y luego una vez que ya tengan sus correspondientes responsabilidades de gobierno, cada uno en su ámbito, legislen, hagan leyes para acabar con desigualdad existente, y más que manifiesta, que hay en nuestro país. Y esto va para todos y todas. Una ya está muy harta de tanto postureo, de que unos nos vean como sus compañeras de viaje, pero sin derecho a bussines, y otros nos vean como el enemigo a batir, como el monstruo más feroz, pero siempre haciéndoles la cama y fregándoles los platos. Lo que denota todo esto es que, a falta de proyectos políticos de gestión de un país, esta clase política parece que ha cogido la costumbre de colocarse tras nuestras faldas o contra nuestras faldas.

Ni somos moneda de cambio, ni somos campo de batalla, ni zona de juego político. A día de hoy nuestra hambre nos la pagamos nosotras, y nadie nos ha dado nada, salvo disgustos. Todo lo que tenemos las mujeres de este país, lo hemos conseguido por nosotras mismas, a base de esfuerzo, voluntad, perseverancia y mucha resiliencia  – para manual de resistencia el nuestro-  así que queridos candidatos, y digo candidatos, porque seguimos sin mujeres en la carrera a la presidencia de nuestro país, legislen por la igualdad entre hombres y mujeres cuando toca, y ahora en la campaña electoral, déjennos en paz, porque desde luego a todos y todas, se les da de cine predicar, pero de dar trigo, ni hablamos. A los hechos me remito.

Son las once de la mañana. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 18 grados. Por favor, saquen sus manos del feminismo

Efecto Mariposa: Puigdemont, PNV, Cifuentes y los demás …

Una no puede volver de las vacaciones de Semana Santa y encontrarse con esto. La diletancia propia de las vacaciones no te prepara precisamente para encontrarte con una realidad caótica, y es que la primavera, tan desorganizada ella,  ha irrumpido en la política con todo su esplendor.

Lo de Puigdemont, que desde luego no es estacional, sigue con una explosión nueva cada día. Que si va, que si viene, que si llega o si se queda – ¡Que agitación, por Dios¡-, y sus fieles y  correligionarios, esos de la revolución de las sonrisas, que ahora, a mi modesto juicio han pasado a llamarse la revolución del “pijismo indepe” andan por las calles de Barcelona haciendo como si fueran revolucionarios de verdad, pero eso si solo a ratos, que luego hay que ir a tomar las copas, lucir el bolso y el “modeli”, y bajar a la torre los “findes”.  Mientras el PNV, si el PNV – las conexiones primaverales son infinitas – , no sabe qué hacer con Torrent y sus muchachos para que de una buena vez “confeccionen” un presidente para Cataluña. Así, el Gobierno de España dejaría de aplicar el 155, y ellos podrían apoyar los presupuestos. Una conexión, esta, que demuestra que la teoría del caos, cada día está más de actualidad, porque si por un casual, no se aprobaran los PGE, el PNV perdería un importante trozo de pastel que llevan estos PGE18 para ellos. Pero no acaba ahí la cosa, si además como consecuencia de la no aprobación de los PGE, hubiera que convocar elecciones, tal vez, solo tal vez, pudiera ser, que Ciudadanos ganará esos comicios, y todos sabemos que la formación naranja tiene en su programa acabar con el cupo vasco… ¡Madre mía … qué debacle¡

Y mientras las mariposas primaverales y caóticas aletean en Cataluña, en Madrid, otros lepidópteros también agitan sus alas porque “Lo de Cifuentes” – que así lo ha nombrado twitter- va a traer cola. Mientras escribo este post no se aun si Cristina Cifuentes ha dimitido o no. Verdaderamente es irrelevante ya el hecho de la dimisión, porque los datos aportados por el Diario y el Confidencial, a estas horas, entran dentro de la categoría “blanco y en botella” sobre el trabajo fin de Máster de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, y si dimite malo y si no lo hace malo también, en cualquier caso este caos primaveral tan apasionante traerá alguna consecuencia más, y sino al tiempo. Por lo que se lee entre líneas la situación empieza a ser especialmente preocupante, no sobre la figura de Cristina Cifuentes, que ya es una mera anécdota, sino sobre lo que pasa y ha estado pasando en la URJC con ese “pacto” (vamos a ser finas) entre miembros de Izquierda Unida y miembros del Partido Popular para hacer de su capa un sayo en el campus de la Rey Juan Carlos. ¿Es el supuesto caso del TFM de Cristina Cifuentes un hecho aislado? ¿Existen más casos como este o parecidos? ¿Cuál es la conexión entre Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid, el Partido Popular y la Universidad Rey Juan Carlos? ¿A qué pacto llegaron Moral Santin e Ignacio González sobre esa Universidad? Hay muchas preguntas sin respuesta en este momento que van más allá del TFM de Cristina Cifuentes, aunque la cadena de sucesos se puso en marcha el día que Cifuentes “abrió un cajón y envió noseque a la fiscalía”

Cómo ven los aleteos primaverales de Madrid no le van a la zaga de los aleteos presupuestarios y los catalanes, claro que cuando alguien se aventura a abrir la caja de pandora de las mariposas de colores, se arriesga mucho, tanto, que como esto siga así lo mismo el  Tsunami está servido.

Por cierto, muy loables los esfuerzos de algún servicio de inteligencia en filtrar unas imágenes de la Familia Real, en su modo más real, para distraer la atención de todas estas historias. Vano esfuerzo, porque en el efecto mariposa que estamos viviendo en esta primavera – conviene advertirles a estos “chicos tan inteligentes”- va a su libre albedrío y,  que lo de la mariposa adiestrada, teledirigida, a modo de dron, no funciona en la teoría del caos, que tanto me gusta.

La última imagen que me viene a la cabeza antes de terminar este post es de “gente” con cazamariposas corriendo de un lado a otro para intentar guardar de nuevo las mariposas en la cajita… pero eso ya no va a poder ser, me temo, porque el caos tiene una tendencia a ordenarse solo, aunque esa ordenación suele ser brutal.

Son las siete de la mañana. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 7 grados. Efecto Mariposa: Puigdemont, PNV, Cifuentes y los demás …

 

DUI y 155: Todos Ante El Abismo

 

Ayer percibía cierta euforia empalagosa en las redes sociales, un entusiasmo lleno de vehemencia irresponsable por unos hechos, que desde luego, a mi juicio, constituye una de las peores paginas de nuestra historia. Había un aroma de pequeñas venganzas personales en las timelines de twitter de muchos usuarios hacia Cataluña, hacia los catalanes, como si fueran todos ellos una tribu arcaica e insurrecta a la que por fin el jefe de la otra tribu los ha metido en cintura solo blandiendo un papel con 15 puntos. También algunos, y no pocos, iban más allá, derramando odio con cada uno de sus tweets y comentarios hacia una porción de su país y sus habitantes, que olvidan, desde luego, que también es España.

Lo cierto es que ayer no terminó nada, no se soluciono nada, no obtuvimos la resolución de la ecuación que plantea la incógnita de la independencia, que por cierto, me temo que ha venido para quedarse, y para mucho tiempo. Ayer llegamos al borde del precipicio. Todos. Todos juntos. Y ahora nos hemos despertado mirando el abismo del 155, un articulo que tiene el aroma del oleo de la extremaunción cuando uno se acerca mucho a él.

Es verdad que a estas alturas de la película, tal vez no quedaba otro artificio. Con una Cataluña rota y dividida, con unos lideres enrocados en un bucle del que ni saben salir, ni quieren salir, con la democracia hecha pedazos, con la soberbia impertérrita de la clase política española, aplicada en este caso, en toda su extensión, no quedaban muchos caminos que explorar y por los que transitar, salvo ese articulo, al que nos hemos agarrado todos como un clavo ardiendo, y que desde luego nos va a dejar una cicatriz profunda, a la que miraremos cuando pase el tiempo, evocando estos días de infausto recuerdo, cuando entre todos destrozamos esa casa que tantos años nos costo construir y amueblar.

Puigdemont no ha querido ir solo hacia el abismo. No lo quiso nunca, desde el primer momento ha buscado como atraer al estado a ese despeñadero. Una y otra vez lo ha estado intentando hasta que por fin lo ha conseguido. Así que hoy, nos hemos levantado con la resaca de un atracón de noticias, que vamos a tardar tiempo en digerir. Pero la realidad es que tampoco han cambiado mucho las cosas, salvo que la división y el odio entre las personas se han acrecentado un poquito más.

Esta semana, hasta el viernes, que el Senado aplique lo que tenga que aplicar, las cosas están igual o peor. Si tal vez peor, porque el articulo 155 no es una pócima mágica, no es el bálsamo de Fierabras, que cura la «enfermedad» de la independencia. De hecho el 155, tal y como están hoy las cosas, es inaplicable.
¿Alguien piensa que se puede entrar en una conselleria o en la radio televisión publica o en los cuartes de los mossos blandiendo un papel, por muchos sellos y marchamos de Estado que tenga, y que todos se van a rendir a sus pies, abandonar sus sillones y ponerse a las ordenes de aquel que llegue? ¿Es que unas elecciones van cambiar la composición del parlament? ¿Se pueden poner en marcha unas elecciones en medio de un zafarrancho de combate, donde a la primera de cambio, van a surgir montones de voces para deslegitimarlas? ¿Se puede enviar a la carcel a todo aquel que no acate la hoja de ruta, a 7000 personas? ¿Se puede expedientar a cientos de funcionarios que no cumplan las instrucciones dictadas por el gobierno de España? No creo que sean ustedes tan ingenuos como para pensar eso. Es entonces cuando veremos, que se ha llegado tarde, que la falta de acción política en Cataluña tiene unas consecuencias que difícilmente se invertirán con esta hoja de ruta.

Desde luego no le arriendo las ganancias a aquellos que emprendan el viaje de la ejecución del 155, pues se van a encontrar con una resistencia difícil de soslayar y, me temo también, con una soledad tremenda, porque una vez que se vea que el fracaso se materializa – en este caso también es una opción y muy real – vamos a empezar a ver bajarse gente del barco, y a toda velocidad. Luego seguirán los reproches, las culpas, los ya te lo dije, etc, etc .

Saben una cosa, ni la DUI, ni el articulo 155 son reales. Son elementos de ficción puestos al servicio de intereses personales. La DUI es imposible de materializar y el 155 también. Son las dos caras de la misma moneda, una moneda falsa que no sirve absolutamente para nada, que no compra nada, salvo alguna cosa, si, el aumento de la brecha entre Cataluña y el resto del país y el comienzo de una crisis política de gran envergadura.

Que poco dura la alegría en la casa del pobre, en este caso del pobre de espíritu, de ideas, de inquietudes, de inteligencia, de política. Salimos de la crisis económica más grande de nuestra historia reciente,  y nos hemos metido solitos en una crisis política mucho peor que la de los «dineros». De los baches económicos se termina saliendo bien, antes o después, de las crisis de juicio, de razón, de inteligencia y de política se sale, claro que se sale, pero mal, tan mal que ni siquiera me atrevo a ponerlo por escrito.

Son las once y cuarto de la mañana. No llueve en Madrid, y la temperatura exterior es de 14 grados. DUI y 155: Todos Ante El Abismo

Populismo no es Democracia #Podemos

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Cuando en un país la falta de ideologías se hace cada vez más patente, algunos partidos políticos se basan en las cuentas de resultados: un voto = un euro, y el único horizonte es solo conseguir el poder. Entonces es cuando los resortes del sistema democrático se resienten, y se deja paso a eso que todos conocemos como el populismo. La sonrisa amplia y el tirar “palante” se convierten en algo prioritario, cuando detrás no hay nada, ni nadie, y solo quedan ya mecanismos de pactos y componendas, para mantener situaciones dominantes o llegar a ellas.

Nunca, que yo recuerde, ha habido ningún régimen populista que haya conseguido, o que de veras lo pretendiera, poner remedio a la injusticia, mejorar la vida de los más desfavorecidos, acabar con la pobreza, remediar la miseria tanto económica como cultural. Ningún sistema político populista ha promovido una verdadera educación, orientada a fomentar el pensamiento crítico, a erradicar las formas de pensar acientíficas, supersticiosas, o las diversas formas de fanatismo.  En un régimen populista lo que menos interesa son los derechos de las personas, les despreocupan los intereses de la gente corriente, y por supuesto les importa un bledo la salud de las instituciones «democráticas», la participación ciudadana, y toda la retahíla con la que adornan sus discursos vacíos.

En los regímenes populistas nunca falta el caudillismo, el culto al jefe; el partido se construye en base a una figura providencial, una figura carismática, al que la nación, la comunidad “le debe todo»… En la historia hay una larguísima lista de ellos. El líder populista, aparte de ser muy ocurrente y dicharachero, suele ser un demagogo, que miente, halaga, caricaturiza, criminaliza, «moraliza», o desacredita según le convenga.

Un demagogo es «alguien que le dice cosas falsas a gente que considera idiotas» (Mencken, periodista, crítico social y librepensador norteamericano). Engatusa al personal con actitudes cautivadoras como besar a niños, darse «baños de multitud», tomar botellines de cerveza, visitar hasta el último lugar del mapa, abrazar a indigentes y desconocidos, y sobre todo prometer maravillas. Por otro lado, es obligado que sea agresivo, hiriente, sarcástico, sin contemplaciones ni concesiones con aquellos a quienes sus seguidores consideran que hay que aborrecer, por ser considerados «el enemigo», «los otros»… llegando incluso al extremo de encender el fuego del odio, y de la «crispación»…

No hay régimen populista que tolere la libertad de prensa o la libre expresión. Los medios de comunicación solo son consentidos, cuando son aduladores del partido del régimen, del jefe…. y se censura, cuantas ocasiones lo creen necesario y de múltiples maneras, a periodistas y medios.

Los presupuestos siempre son manipulados con arbitrariedad. Los controles son silenciados o ninguneados. El modelo populista identifica fondos del Estado con fondos del gobierno o -peor aún- fondos de quien tiene la vara de mando. Los usa a discreción para someter a opositores, comprar voluntades y hacerse auto bombo. No escatiman en gastos a la hora de transitar por el camino del narcisismo-absolutista. Para los regímenes populistas no hay limitaciones ni medidas fiscalizadoras o que fomenten la mínima transparencia en la gestión de la cosa pública, solo se admiten «observatorios inoperantes y laudatorios», nada de instituciones independientes, llámense tribunales de cuentas, defensores del pueblo, o cuestiones semejantes.

También es característico de este tipo de régimen político su total desprecio hacia el orden legal. Igual que en las monarquías absolutistas y a la manera de los caudillos «dueños de vidas y haciendas de sus súbditos», la ley es apenas un traje que se ajusta a gusto y medida.
Ni qué decir tiene que el régimen populista no acepta la alternancia, procura por todos los medios a su alcance perpetuarse en el poder, su ideal es la reelección ilimitada, la presidencia vitalicia, quizás incluso hereditaria.

Todo lo anterior está aderezado con una buena dosis de “pensamiento Alicia”. La constante propaganda de que se está avanzando hacia un futuro maravilloso, de dicha, de felicidad, de equidad nunca vistos. Lo mismo que un ilusionista, que crea un escenario impresionante, que sólo es perceptible desde un determinado ángulo. Es un espejismo que se publicita de manera machacona, hasta la saciedad. Repetir que se han logrado resultados notables desde que ellos gobiernan, y que nos espera un futuro aún mejor, no deja de confundir, «convencer» y tener realmente un efecto anestésico en los ciudadanos; o como poco siembra la resignación, la aceptación de mediocridad imperante como algo soportable.

El caudillismo, el culto a la personalidad en torno a lo cual gira casi todo, la carencia de controles institucionales de cualquier clase, la inseguridad jurídica, la ausencia de visión de futuro, de previsión, de planificación, la cada vez mayor crispación y el objetivo de mantenerse en el poder a toda costa impiden cualquier posibilidad de progreso real. Con semejante clima no se pueden esperar inversiones propiamente dichas, ni ningún tipo de acción emprendedora, ni nada que se le parezca.

Los regímenes democráticos no populistas, – aunque creo firmemente que el populismo y la democracia son términos contrapuestos, pero de alguna manera tendré que ponerle nombre a este engendro sobre el que estoy escribiendo esta noche- propiamente dichos no participan de la ristra de corrupciones mencionadas a lo largo de este escrito. No practican el personalismo narcotizante, anestésico, no manipulan los medios de comunicación, no usan de forma arbitraria el presupuesto, no alientan el odio, no desprecian la legalidad vigente, no boicotean la seguridad jurídica, no temen la alternancia, no descalifican a la oposición, no espantan las inversiones, sino que las reciben con los brazos abiertos, se abren al comercio exterior y no distorsionan las estadísticas para engañar a la ciudadanía. Los regímenes democráticos no populistas, poseen un mayor nivel de bienestar y de crecimiento, son previsibles e infunden confianza.

A partir de ahora habrá que tener mucho cuidado con el giro que den las cosas, las cosas de la política, me refiero, de aquí a unos meses. Hay que cuidar de la casa, de esta casa, que algunos, los que tenemos ya unos años, nos ha costado mucho llevar a cabo. Hay una historia detrás de todo esto, de hombres y mujeres, que se han dejado la piel, la vida, incluso las ilusiones, en poner en marcha un sistema democrático limpio. Años de lucha que no pueden convertirse en un sistema basura donde lo importante es conseguir, y luego perpetuarse en el poder cueste lo que cueste.

Soy de las que sigue creyendo en las ideas y en las ideologías, y entiendo que lo importante para la ciudadanía, no es precisamente que este el PSOE, o el PP, u otros en el poder, por más simpatías o antipatías que sienta hacia cualquiera de estas formaciones. Lo importante, lo vital es que esté quien esté, gobierne quien gobierne, mantenga la esencia de la libertad y del sistema democrático – por el que como dije antes luchamos durante años-, y que este no se debilite, ni se deteriore. Por eso habrá que prestar especial atención hacia los que hacen y deshacen, no vaya a ser que, en ese afán del poder por el poder, se rompa todo aquello en lo que creemos muchos y que es una garantía de libertad y convivencia.

Algunos piensan que ciertos regímenes de apariencia, solo de apariencia democrática, se puedan maquillar con urnas y votos, y que la palabra libertad se pueda usar como quien usa un klenex . Otros vemos claro, sin necesidad de limpiarnos los anteojos. Cuando todo se reduce a ganar sea cual sea el precio, aunque al final terminemos cayendo todos en esta apuesta infinita por hacer prevalecer personalismos, seguridades y sillones, la libertad se debilita, tanto que puede llegar a desvanecerse. Por eso conviene recordar lo que una vez dijo Benjamín Franklin :“Aquellos que son capaces de ceder la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.”

Son las once de la noche. No llueve en Pozuelo y la temperatura exterior es de 12 grados. A veces tengo la sensación de estar recorriendo un desierto en un caballo sin nombre