Impresiona escuchar expresiones como esta: Votamos por la democracia. Si, impresiona, que con lo que costo estabilizar el barco de la convivencia en este país, haya voces desde el socialismo que empañen la realidad, haciéndonos creer, que cualquier opción de voto que no sea la suya, va atentar contra el sistema que nos sustenta.
Impresiona también escuchar a la derecha implicar a la libertad en estas elecciones, como si votar cualquier otra cosa que no sea a ellos implicaría una pérdida o merma de libertades.
Que los minoritarios se radicalicen está siempre dentro de sus estrategias, al fin y al cabo no tienen otro discurso que convertir el patio electoral en un fangal, donde la frase a “rio revuelto ganancia de pescadores”, les ayude a arañar algún voto. Los radicales, tanto en la izquierda como en la derecha, suelen ser partidos simplistas, que desdeñan, desde luego porque les conviene, la realidad compleja en la que se basa nuestras vidas y desde luego el sistema democrático. Eso ya lo sabemos desde hace tiempo, pero la sorpresa, desagradable donde las haya, es que la derecha y la izquierda moderada entren en este juego.
Asisto con estupefacción a las declaraciones de candidatos del Partido Popular y del PSOE, que despreciando el talante y la moderación que hace unos años imperaba, están entrando en esta campaña en extremismos, exabruptos, descalificaciones brutales, populismos baratos o agresiones verbales, que rayan la violencia psicológica, siguiéndole el juego a los radicales encarnados en partidos como Unidas Podemos o VOX.
Es alucinante ver a personas como Gabilondo o Marlaska, desgañitarse a voces señalando a los votantes de la derecha como fascistas, generalizando sin distinguir, – así lo hizo ayer Gabilondo en un mitin – y el propio Marlaska apuntado al Partido Popular como organización criminal, o a la Sra Ayuso, apropiándose de la patente de libertad y dejando fuera de esta a todo lo que no esté en su partido.
Flaco favor hacen a la democracia, alineándose con tendencias radicales, encarnadas por VOX o Podemos. Ya sabemos que existen, y que desgraciadamente tienen sus votantes, y que precisamente, porque vivimos en una democracia avanzada, tenemos que tolerarlos y soportarlos, pero desde luego nunca alentarnos.
La democracia permite, porque esa es su esencia, el pacto con cualquier partido que este dentro del arco parlamentario, pero pactar no es contaminarse, pactar no es asimilarse o mimetizarse con ellos, pactar no es someterse a un chantaje, donde todo vale, pactar no es denaturalizarse para convertirse en el otro, más aún cuando el otro, en este caso, deja mucho que desear, y no representa el talante de la mayoría de los españoles.
Queda una semana por delante para los comicios del 4 de Mayo en la Comunidad de Madrid, y aún hay tiempo de situarse en la razón, la cordura y la moderación, que es lo que reclaman la mayor parte de los madrileños, que por cierto, al igual que el resto de los españoles hemos sufrido muchísimo, y seguimos sufriendo por esta pandemia y por esta crisis que está empañando nuestras vidas, y tal vez, los partidos no radicales, que siempre han estado al frente de este país, y de, también, comunidades autónomas y ayuntamientos, deberían parar motores y pensar si lo que están haciendo es lo correcto, o por el contrario están jugando el juego peligrosísimo de seguir a aquellos como VOX o PODEMOS, que fomentan el odio, abominan contra el sistema y ven a los ciudadanos y ciudadanas como seres manipulables para conseguir sus fines, que por lo que hemos visto a través de sus trayectorias, son espurios, interesados y muy, pero que muy alejados del bien común y el servicio público.
Si, tal vez la democracia esté en peligro, esta vez, pero no por los argumentos que estamos escuchando, sino por esta actitud de los moderados de abandonar su talante, y entregarse en brazos de radicales, odiadores, resentidos y revanchistas. Conviene ya una reflexión urgente y apenas si hay ya tiempo. No lo olviden la moderación es un arma cargada de futuro.
Son las once menos cuarto de la mañana. Lluve mucho en Pozuelo, pues en Abril estamos y la temperatura actual es de 16 grados. La moderación es un arma cargada de futuro